lunes, 1 de junio de 2015

10 cosas hipster que pienso hacer cuando me quede preñada

Si en otra entrada os contaba las 10 cosas hipster que puedo seguir haciendo porque no me preño, tratando de ver el lado positivo de una situación que se alarga más de lo previsto, esta vez toca soñar despierta e imaginar que en algún momento llegará mi turno y podré hacer realidad las 10 cosas hipster que, ahora que aún no tengo ni pajolera idea de lo que es un embarazo, pienso poner en práctica en cuanto sepa la noticia:

1. Seguir practicando el escapismo. Llamadme trastornada, pero al final le he pillado el gusto a actuar, y quién sabe, quizá el día de mañana pueda desarrollar una profesión paralela e incrementar los ingresos de mi hogar. El tema es que jugar al despiste no está tan mal, da mucho margen de maniobra, y me veo con ánimos de ir capeando las preguntas indiscretas hasta que el tripón sea evidente. Mola ser el blanco del cotilleo y que te resbale, ¿no?, es todo un ejercicio de desarrollo de capacidades. 

2. Encontrar una forma chula de decirle al parejo que es prepadre. Que me veo saliendo del baño con las bragas bajadas, andando como un pingüino por el pasillo, predictor en mano, gritando: "churriiiiiiiiiiii, tengo algo que contarteeeeeee", y qué queréis que os diga, es la viva imagen del antiglamour. Por eso, mejor tenerlo todo previsto, que luego salirse de un plan estratégicamente elaborado da perezón. Aquí todavía tengo que afinar la inventiva: se me ocurre anunciárselo en un eventazo, como en un concierto indie de un grupo que tenga alguna canción que hable de la paternidad, y cantarle la letra a la oreja poniéndole ojitos. Pero vamos, que se admiten sugerencias, porque como me flipe pensando que mi preñamiento puede coincidir con un concierto guapo de un grupo indie que tenga una letra que hable sobre paternidad, la ostia puede ser monumental, que yo soy muy de fliparme.

3. Leerme del tirón un libro de los de pensar que tengo aparcado en la estantería, y que además está en inglés y se llama: "The Evolution of Childhood: relationships, emotion, mind". Tiene una pinta espectacular, pero siempre encuentro una excusa para no sumergirme en su lectura. Con un preñamiento inminente, no va a haber quien me pare. 

4. Ir a yoga, mi único concepto de deporte. Aprender de mantras, chakras y lo que se tercie. Volverme mística, hablar del ciclo de la vida, respirar correctamente para aguantarme las borderías cuando el escapismo caiga por su propio peso. He dicho.




5. Vestir ropa ajustada y sobre todo, camisetas de rayas horizontales bien prietas. Marcando como no marcaba ni a los 15, tope chenchi. El preñamiento es un estado ideal para lucir barriguita, esa que intento disimular con mis outfit del día a día. Pues nada, que se jiñe la perra: yo, a lo famosa, el embarazo por delante. 

6. Hacerme un álbum de fotos de ensueño: nunca he contratado a un fotógrafo profesional, que las fotos de la Comunión no cuentan como contratar con pleno uso de las facultades de uno. Ni en nuestra boda siquiera. Me asusta un poco morirme sin dejar una foto decente a mis descendientes, así que habrá que solucionarlo, aunque con mi exigencia para la fotografía no me vale cualquiera. Que uno de mis entretenimientos de siempre ha sido sido reírme de las fotos de bodas en los escaparates (joder, qué mala soy), esas poses de: "uys, escóndete detrás de árbol y haz como que estás jugando al escondite con 35 tacos y que me acabas de encontrar y te alegras". ¿Soy la única a la que le dan vergüenza ajena? Así que me tocará rascarme el bolsillo y buscar algo especial,rollo Lucía M, que se salga del "que el parejo te haga un corazón en el ombligo con las manos, tope original, ¿eh?".

7. Apuntarme a un grupo de crianza/lactancia de la gran ciudad. ¡En la gran ciudad existen estas cosas, es tan acojonante! Debatir y socializar con otras madres futuras, principalmente para quitarme la espinita de haberme interesado tanto por la maternidad y el desarrollo infantil sin ser madre hipster aún. Que hay peña a la que le doy mucho miedo.

8. Establecer una rutina de cuidado facial y corporal. Sí, señores, soy una hipster de palo que apenas me pongo potingues y me da mucho reparo gastarme los euros en eso. Pues no, en cuantito me preñe, me voy a fundir la visa en la tienda de Olivia The Shop y que me quiten lo bailao. 

9. Reírme a carcajadas con el parejo. Descojonarme viva, por los malos ratos que le hecho pasar en la búsqueda, por las dudas que me han asaltado y me han robado el sueño a ratos. Lo que más quiero en este mundo es partirme de esta época.

10. DISFRUTAR del día a día de nuestro proyecto vital. Acariciarme el barrigón con cara de satisfacción máxima y contarle al peque la cantidad de cosas hipster que vamos a hacer juntos cuando esté aquí. 

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