jueves, 3 de marzo de 2016

¡Viva el #patureo!

Ays, mis patitos de goma, ¡son tan majos! ¿Los habéis visto, verdad? Podéis seguir sus andanzas en mi cuenta de Twitter y en las cuentas de otros locos de atar como yo con el hashtag #patureo. 

Sois varios los que me habéis preguntado de qué va esto del #patureo, que yo creí que estaba más claro que el agua, y resulta que no, que para variar, me explico refatal de la vida. 

Todo empezó porque estoy intentado venirme muy arriba y hacer intentos de decoración de mi nuevo hogar después de la obra de El Escorial. Entonces se me ocurrió que unos patitos de goma serían monérrimos para la ducha, así todos junticos, y le envié al curro a mi cuac-si perfecto parejo un pack de 6 patitos de colores, con la intención de ponerlos en la ducha y punto. 

Pero el tema se nos ha ido de las manos, que para eso estamos nosotros como estamos. Nada de patos estáticos arrinconados, qué va, nuestros patos tienen carácter propio. Todas las noches la lían parda. No me dejan pegar ojo de las que montan, cada día es una movida nueva y una sorpresa que nos damos el parejo y yo. Uno de los dos, cuando el otro se ha ido a trabajar, cambia a los patos de posición y se inventa una historia.

Típica conversación mañanera del parejo y yo por WhatsApp:

- Gensanta (cara asustada). ¿Pero tú te has enterado del patiferio que han montado los malditos esta noche?
- ¿Qué me dices? ¿Ya están again?
- Uys, no veas, chato, lo de tonight es de órdago, nunca los había oído así... toda la noche alterados, la de hoy ha sido muy gorda.

Y a la vuelta del curro vemos cómo han evolucionado las aventuras de los patos y nos reímos juntos.

A los patos les ha pasado de todo desde que habitan en nuestra ducha. Ha surgido el amoooool, la parejita ha intentado buscar sus momentos de intimidad, los invitados a la boda han seguido la juerga y han terminado refatal bailando "Patito El Chocolatero", ha aparecido un dicpator que ha tomado el control momentáneamente y después ha sido derrocado por una revolución patuna en toda regla... en fin, digamos que tienen una vida ajetreada.






Y lo último ya es que la ducha opresora se les ha quedado pequeña, y un día descubrimos que... ¡nos faltaba un pato! Se fue el dicpator a London, a la grancity, a explorar. Desde entonces, otros han tomado ejemplo y los muy patos se han dedicado a paturear por otros enclaves estrátegicos, tratando de comenzar una expansión patuna que nos librará de los males de la humanidad.



El colmo es que han encontrado una forma de comunicarse entre ellos, y otros patos de otras casas también han empezado a escaparse de las duchas, bañeras, estanterías y cajas de juguetes y han empezado a tomar la granciudad. ¡¡Es muy fuerte!!




¡Cuánto molaría un nuevo gobierno patuno! Patos en todos lados, historias patunas everywhere. ¿A que sí? 

Pues para eso solo se necesita un patito de goma (o varios, que esto es un vicio) y ganas de sacarlo a pasear y hacer fotos e inventarse historias. Las risas están aseguradas y a mí y a otros crazypeople nos encantaría ver cómo el buen rollo se apodera de la granciudad y de los rincones en los que estéis.

¿Os apuntáis al #patureo? :)







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