viernes, 1 de julio de 2016

Hasta los ovarios profundos

Hoy vengo a quejarme. Necesito soltar.

Me ha costado decidirme a escribir una entrada tan personal, pero al final he pensado: "total, si no me lee ni perkins y asi me desahogo que me vendrá bien".



La ansiedad ha vuelto a mi vida. Llevaba unos años a raya y no la echaba nada, nadita de menos, pero la japuta no ha tenido este hecho en consideración y últimamente me visita en momentos puntuales. Y me lo hace pasar francamente mal. De momento, se presenta de noche y me quita el sueño. No me había pasado antes, a pesar de las preocupaciones siempre he dormido como un lirón. 

Conozco las técnicas básicas de respiración y todo el tema, pero no me funcionan. A lo mejor debería levantarme de la cama y ponerme a hacer yoga directamente, pero en esos momentos me siento ridícula por querer llegar a ese extremo. Me digo: "no hagas tontunas ni te vayas ahora a saludar al sol, que ya se va, ya se va..." Y no. Se queda. Nunca había tomado nada para calmarla, y recientemente he probado las pastillas de valeriana y he ido al herbolario a por comprimidos de efecto placebo. No me sirven, aunque me las chuto igual por si las flies. El asunto es hacerse adicta a algo.

Mi cabeza piensa demasiado y demasiado rápido. Mucha culpabilidad, muchos cambios en los últimos tiempos, mucha desilusión y pérdida de control de mi vida, para mí, que soy doña planificación y doña orden, y para más inri mari intensita.  



Objetivamente, las circunstancias no acompañan. Casi todo lo que de verdad me llena está patas arriba: mi parejo y mi pareja, personas a las quiero mucho y no estan pasando por su mejor momento, mi casa, mis planes de futuro. Estoy contenta a ratos, pero no feliz, no sé si me explico. Y no consigo centrarme, no saco las fuerzas que hacen falta para poner un poco de orden, priorizar e ir poco a poco solucionando lo que dependa de mí y dejar en manos del destino lo que no. Uffff.

Por otro lado, me siento muy sola. Echo de menos a los amigos y amigas de siempre, las risas despreocupadas, los planes divertidos. Por unas cosas u otras, algunas relaciones que realmente me importaban se han enfriado y la verdad es que ya hace un tiempo que me pesa. Imagino que a ellos también, que esto va en dos direcciones, y la falta de comunicación y los silencios, los cambios naturales de prioridades por los momentos vitales que atravesamos, duelen a ambos lados.

En todo este batiburrillo de mierdas varias, pues por supuesto que yo no he sabido gestionar bien lo que me ha ido viniendo. He puesto el piloto automático, modo survival on, y no he visto las señales ni he sido todo lo madura emocionalmente que debiera ni he atajado los problemas a tiempo. La he cagado mil con algunas actitudes, me ha podido mi dolor y he sido una egoísta. No he medido bien el impacto de mis hechos, no he sido capaz de hacerlo mejor, ni ha habido mala intención, pero los resultados ahí están y en fin, reparación no tienen porque no hay vuelta atrás.

Yo creo que es el peor momento de mi vida. Sin paños calientes, tengo ratos muy chungos. 

Necesito pasar a la acción, estoy paralizada. Y el caso es que se juntan tantas cosas, combinan tan mal con la apatía que me invade, que no sé por donde empezar. 

Estoy jodidilla. Ahí vamos.

4 comentarios:

  1. Buenos dias SuperHipster!

    Hace un tiempo que te sigo desde RRSS y siempre me has sacado alguna sonrisa en momentos jodidos, como tu misma dices. Te escribo porque he leido tu post y he dicho, "joder, no soy la unica que sufro ansiedad!". Tranquila, eso es lo primero que te digo y me digo. Las personas que hemos sufrido de ansiedad en algún momento de nuestra vida sabemos lo jodido que es y la poca atención que se le da a este tipo de dolencias. Te cuento que la primera vez que sufrí ansiedad fue con 25 años ... creí que me moría (literal). Durante un tiempo visité a un psicologo de la SS y tuve la gran suerte de que me ayudó a entender lo que me pasaba y que se supera si utilizas las herramientas apropiadas. Todo esto dicho así parece muy fácil, pero es jodidillo aplicarlo. De hecho, he seguido sufriendo ansiedad despues pero pocas veces y con menor intensidad. Te cuento esto porque, llevaba 3 años sin tenerla, hasta que hace unos meses apareció de nuevo. Al igual que comentas tú, un cúmulo de situaciones han favorecido que mi mente buscara una válvula de escape. Desde comienzos de 2016 las cosas no han ido como uno desearía y la verdad que se hace dificil seguir tirando del carro. Eso no quiere decir que seamos menos que nadie, ni mucho menos, sino simplemente que somos humanos y que debemos pararnos a tranquilizarnos y darnos un tiempo de reposo mental.
    Despues de superar los momentos mas jodidos, y siendo mi parejo psicólogo que trata a gente que pasa por estas cosas (pero que por praxis profesional no puede tratarme a mi) me recomendó que empezara a leer artículos, información, etc... sobre la psicología cognitiva. Dicho lo cual, y como ya estaba tan jodida que no podia ir a peor, dí con un libro que se llama "Ser feliz en Alaska" de Rafael Santandreu. Lo empecé a leer sin ninguna pretensión y no te voy a decir que ya este genial y super happy, pero es verdad, que me encuentro mucho mejor y sobretodo que me he dado cuenta de las cosas que llevo haciendo mal desde hace años.
    Ojalá te sirva de algo o quizás la calma la encuentres en la horticultura, jeje ... pero el mensaje principal que quiero enviarte es que tarde o temprano te vas a encontrar mejor, que sí que te leemos, que sí que vendrán épocas mejores y sobretodo mucho ánimo guapa.

    Besosssssssssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, chata:

      Muchas gracias por comentar, eso lo primero, y por darme el título de SuperHipster, que eso es lo más.

      ¿Pero cómo vas a ser la única con ansiedad, alma de cántaro? Si es el mal del siglo, peor que las almorranas. De ansiedad sufrimos un porcentaje muy alto de la población. Yo así en general tengo tendencia a ser mariagobios, y hace unos años, tuve ansiedad de forma continuada durante bastantes meses. La verdad es que la situación era para estar ansiosa, y cuando las cosas fueron cambiando a mejor, se fue. Desde entonces, ha vuelto en algún momento puntual por alguna situación concreta y los nervios se me agarran al estómago y se me quita la hambruna.
      El verano pasado tuve días de mucha intensidad. En septiembre otra vez. En Navidad, fatal. Y ahora, de vez en cuando tengo días (bueno noches), terribles. Me pasa por la noche sobre todo, antes nunca. El estómago se me cierra hasta el punto de que no puedo comer nada (de verdad, nada). Perdí bastante peso.

      Sé que no soy menos que nadie, en ese aspecto no me comparo... Simplemente me gustaría reaccionar de otro modo a las situaciones estresantes. Ahora además veo también posos de una tristeza y una paralización que no he sentido nunca, no hay ni rastro de rabia, que a mí me ayuda mucho a movilizarme. Solo desazón y desilusión. Soy humana, y estoy pasando una racha muy mala, solo eso.

      Leo mucho de psicología ;) como tú, y el yoga me ayuda una barbaridad. Es mi momento a la semana, en la cabeza solo se oye "piiiiiiiii" y mola cantidad. Hubo una época en la que me leía muchos libros, la teoría la conozco al dedillo, pero no encuentro la forma o me pongo excusas para llevarla a la práctica. De todos modos, te agradezco muchísimo la sugerencia, a ver si voy a una biblio y lo pillo.

      Me ha encantado tu mensaje principal, lo sé, por eso intento aguantar el tipo como una campeona. Ya vendrán tiempos mejores.

      Espero que ahora estés mejor tú también y cuida mucho al parejo psicólogo, que eso vale un potosí. Todos teníamos que tener en el círculo cercano un psicólogo, un fisioterapeuta y un peluquero. Esto es así.

      ¡Cuídate un porrón y sigue leyéndome de vez en cuando si te ape! Abrazote, chatunga :)

      Eliminar
  2. Preciosura...y si le intentamos dar la vuelta a la tortilla? Ya sabes qué te preocupa, sabes en qué has podido errar, sabes qué o a quién echas de menos, sabes algo de lo que necesitas.... Lo sabes! Y si le pones mucho (más) empeño y te vas enfrentando a ello?
    Es que no sé qué más decirte para que salgas de ese bucle negro, ese maldito bucle que te tiene atrapada. Pero te envío mucho mucho ánimo para que encuentres la puntita y de ahí puedas ir tirando del hilo pa que del negro pase a un gris y en otro poco a cada vez un tono más claro.

    Lo de siempre cielo, fuerza, ánimo, caete pero sólo pa levantarte con más impulso y retoma aquello que me enseñaste de las pequeñas cosas que te hacen feliz o al menos te sacan una sonrisa.
    Un abrazo enorme chati!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ains, amore del corazón, me da que nos conocemos por la forma en que me escribes, pero no sé quién eres :( Muchas gracias por pasarte y escucharme al otro lado del teclado.

      Sé lo que he hecho mal, pero no sé cómo reparar el daño. Sé lo que no volvería a hacer, pero no sé lo que hacer ahora. Tengo muchos frentes abiertos y me siento como "anestesiada", me cuesta disfrutar de las pequeñas cosas también. Tengo momentos en los que me siento muy contenta, aunque en líneas generales, tengo muy claro que no estoy en un momento feliz de mi vida.

      Quiero yo tantísimo encontrar ese cabo al que te refieres... lo pienso y se me caen lagrimones.

      Otro abrazo enorme para ti, chata. Todo pasa.

      Eliminar